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Cómo lavar y secar un auto correctamente

Sin causar marcas de remolino


Por Todd Cooperider


Todos disfrutamos el sentimiento de manejar un auto recién lavado. La limpieza de los vehículos que conducimos dice mucho sobre el tipo de persona que somos. No es diferente de cómo cuidamos nuestras cosas, nuestro patio, o nuestras apariencias personales. Los carros bellamente preparados proyectan confianza, profesionalismo, y simplemente nos hace sentir bien al manejarlos (o admirarlos). Además el acto de lavar un coche también puede ser terapéutico y relajante.


Pero cuando empecemos a hacer esta actividad ritualística de fin de semana, ¿vamos a hacer más daño que bien?. Aunque la mayoría de los dueños de carros han pasado incontables horas lavando sus vehículos a lo largo de los años, muy probablemente se haya estado haciendo de manera incorrecta y/o con los materiales incorrectos que a la larga traen como resultados una pintura llena de marcas de remolino (o telarañas). No solo hacen que la pintura se vea mal, pero también reducen el valor general del automóvil.


¿Qué son remolinos y qué los causa?


Los remolinos o telarañas en la superficie de un carro son miles de micro-rayones que tienen un impacto negativo en la apariencia general. Se notan más en los vehículos de colores oscuros, y pueden verse fácilmente bajo la luz directa del sol o durante la noche bajo las luces en un estacionamiento.


A pesar de que hay muchos factores que causan los remolinos, el principal culpable es un lavado y unas técnicas de secado incorrectas. Se pueden evitar en su mayor parte una vez que aprendes cómo lavar y secar correctamente un vehículo, así como qué materiales usar. Un viaje al lavado automático (también llamado el rayado automático), o un "franelazo" rápido con el tipo incorrecto de toalla puede destruir rápidamente un trabajo de 15 horas de pulido a máquina. Incluso si tu autolavado o agencia más cercana ofrece lavados a mano, no significa que usen métodos o materiales apropiados, en muchos casos hacen más daño que bien.


Así es como se debería ver la pintura:


Así es como se ve después de años de cuidado incorrecto:


¿Qué materiales y productos se necesitan?

Mi primer consejo es decirte que debes de mantener tus artículos de cocina donde van... ¡en la cocina!. Las toallas de cocina (o cualquier otra toalla o trapo de la casa) son muy abrasivas y rayan fácilmente las delicadas superficies pintadas de tu carro. El jabón para trastes con el tiempo daña las molduras de plástico y también puede quitarle algunas ceras al acabado.


Necesitarás:


¡Ahora empecemos!

Ahora estás listo para preparar tus cubetas para lavar. Sí, en plural, ¡más de una cubeta! Idealmente quieres 3 cubetas. Una es tu cubeta de lavado, una tu cubeta de enjuague, y una dedicada a la limpieza de llantas y rines. Podrías arreglártelas con solo dos, pero entonces tendrías que tomarte el tiempo para detenerte y limpiar una cubeta justo después de que termines con las ruedas y antes de que empieces con el resto del auto. Nótese además que yo uso Guardas en tanto mi cubeta de enjuague como mi cubeta de lavado (¡para obtener mejores resultados puedes usar dos guardas por cubeta! o una más avanzada). En especial para la cubeta de enjuague, esto ayuda a quitarle tierra y restos al guante de lavado, y después mantiene los sedimentos abrasivos en el fondo donde está lejos del agua más limpia de la parte superior. La razón por la que necesitas una cubeta de enjuague es porque quieres que el agua en tu cubeta de lavado se mantenga limpia a lo largo de todo el proceso. Si usas solo una cubeta eso significa que estás introduciendo suciedad en tu agua de lavado, y después usas la misma suciedad para lavar tu auto... ¡por eso tantos remolinos!


Nota: Cuando agregas tu jabón para carro en tu cubeta de lavado, asegúrate de seguir la recomendación del fabricante en cuanto a qué tanto producto usar. Más no siempre es mejor, y de hecho podrías afectar cualquier capa de cera existente si usas demasiado.


Las guardas se colocan al fondo de tanto la cubeta de lavado como la de enjuague.



Aquí están las tres cubetas llenas y listas.


Método de las tres cubetas
Cubetas de enjuague, lavado y rines, respectivamente.

¡Primero lava tus rines y neumáticos!

Una de las cosas a considerar para el lavado sobre el lavado de las ruedas es que siempre se busca empezar el proceso de lavado primero con los rines y llantas. La razón por la que hacemos esto es porque éstas son típicamente las partes más sucias del carro, y no queremos arriesgarnos a que la suciedad de las llantas termine en una superficie pintada limpia.


¡Asegúrate de que tienes una cubeta y medios de lavado dedicados exclusivamente para los rines! Nunca uses tus materiales para lavar ruedas en las superficies pintadas. ¡Nunca!. Hay demasiados contaminantes abrasivos en los rines y llantas, si después los usas en la pintura, seguramente dañarás el acabado.


Utiliza tu cepillo de detallado chico para poder adentrarte en las áreas apretadas y alcanzar el interior del barril de los rines.



Después utiliza una esponja o un trapo suave para la cara del rin.



¡Asegúrate de que has enjuagado completamente tus cepillos y esponjas antes de devolverlos a la cubeta para lavado de rines y llantas! ¡Si no van a contaminar el agua y para cuando llegues a la última rueda vas a estar lavando con lodo!


Para ver más información detallada sobre cómo lavar correctamente rines y llantas, por favor vea Limpiar rines y llantas.



¡Un lavado apropiado para tener un acabado sin remolinos!

Para evitar marcas de agua y manchas, hay que asegurarnos de que la superficie del vehículo esté fresca al tacto, y de preferencia en la sombra.


Primero queremos pre-enjuagar la superficie para quitar tanta tierra y mugre como sea posible. Intenta evitar el uso de un chorro de agua muy fuerte, pues la presión actuando sobre las partículas pesadas podría rayar la pintura.



Si tienes algo de contaminación pesada, ahora es el momento de pre-empaparla con limpiador multiusos. Sigue las instrucciones del fabricante para saber cuánto tiempo dejarlo actuar.



Cuando laves un automóvil, empieza desde arriba y trabaja hacia abajo. Lava el techo, los vidrios, el cofre, la cajuela, y después los costados con movimientos horizontales que te lleven eventualmente hacia abajo.


Sumerge el guante de lana en la cubeta de lavado (la que tiene shampoo), y después limpia una sección pequeña a la vez usando de poco a nada de presión. Simplemente estás tratando de deslizar la tierra y residuos de la superficie. Cuando laves las superficies horizontales de arriba, utiliza también un movimiento de brazo que sea derecho y de enfrente hacia atrás. Por lo regular yo trabajo una sección de más o menos 1 x 1 metro, y después limpio a profundidad el guante en la cubeta de enjuague antes de continuar. Limpia las superficies horizontales con movimientos hacia adelante y hacia atrás.



Después de lavar cada sección pequeña, sumerge tu guante sucio en la cubeta de enjuague y tállala contra la guarda en el fondo de la cubeta. Esto va a ayudar a desprender la tierra y suciedad del guante y mantenerla en el fondo de la cubeta. Después de enjuagarlo, sumérgelo de nuevo en la cubeta de lavado (también tállalo contra la guarda en la cubeta de lavado) para empezar el proceso otra vez. Enjuaga el vehículo con frecuencia y no permitas que el jabón se seque en la superficie.


Nota: Cuando termines de lavar el vehículo, tu cubeta de lavado debe estar tan limpia como cuando comenzaste. ¡Nunca introduzcas tierra en tu cubeta de lavado!


Talla el guante contra la guarda.



Ahora que ya terminaste con las superficies horizontales, continúa con las superficies verticales y dale la vuelta al carro. Aquí puedes trabajar con movimientos rectos de un lado al otro por secciones pequeñas de igual forma que hiciste en la parte de arriba. Enjuaga tu guante frecuentemente, y recomendaría usar un guante o esponja completamente diferente para las áreas bajas si están especialmente sucias.



Mientras trabajas alrededor del vehículo, tómate un momento para lavar los tubos de escape usando tu cubeta para rines y llantas y un cepillo de detallado pequeño.



Nota: Siempre después de lavar tu auto, asegúrate de limpiar a profundidad todas tus cubetas e instrumentos de lavado. Especialmente mientras limpias tus guantes de lavado (yo lavo el mío en el fregadero), inspecciónalos cuidadosamente para asegurarte de que no haya objetos extraños anidados en ellos que pudieran causar daño a tu pintura. También permíteles secar por completo antes de guardarlos para que duren más tiempo. Si se te llegara a caer tu accesorio de lavado al piso durante el proceso de lavado, entonces toma uno extra para terminar el trabajo... ¡un pequeño pedazo de tierra podría causar un desastre en tu coche!


Cuando hagas tu enjuague final, quítale la pistola a la maguera para permitirle al agua fluir libremente por la superficie. Esta acción de fluir continuamente previene que queden gotitas de agua (que causan marcas de agua), y reduce la cantidad de secado que se va a necesitar.



¡Hora de secar y brillar!

Ya terminamos el proceso de lavado, ahora hay que movernos a la manera correcta de secar para no rayar el acabado.


Solo porque estás armado con algunas toallas de microfibra no significa que no vas a causarle remolinos a tu pintura. También necesitas el tipo correcto de microfibras, y también cuidarlas bien. Necesitas usar una toalla de microfibra de muy alta calidad, y una muy ligera presión. Para secar uso una toalla de secado, y para los detalles uso toallas ultra suaves.


Lo primero que hago después de lavar es usar aire comprimido para quitar toda el agua estancada, y el agua que se esconde en todas las hendiduras. Entre menos tengas que tocar el vehículo, mejor. Si no tienes acceso a aire comprimido entonces no te preocupes porque todavía puedes hacerlo a la antigua.


Ahora que estás listo para secar, primero toma tu toalla de microfibra (ligeramente mojada con tu detallador rápido para una mejor lubricación y prevenir así estropear la pintura) y gentilmente arrástrala por el acabado para quitar la mayoría del agua. Aquí estoy usando una microfibra tipo waffle que es capaz de absorber hasta 5 veces su peso en agua.



O si tiene muy poca agua puedes usar un método de borrado



Esto todavía va a dejar un poco de agua en el acabado, y queremos quitarla para evitar residuos. Si simplemente la quitas con una microfibra suave y seca, todavía corres el riesgo de estropear el acabado. Para este paso, vamos a querer usar algo de lubricación usando o un Detallador Rápido o una Cera en Spray (conocidos también como ayudantes de secado). Usa una brisa fina ya sea en la superficie o directamente en la toalla, y talla ligeramente para revelar un acabado brillante. Si atomizas directamente en la superficie, y terminas causando manchas o se notan los residuos en la superficie, entonces mejor atomiza un poco en la toalla. Las ceras en spray de hoy en día son muy fáciles de usar y pueden aplicarse a todas las superficies sin miedo de manchar molduras. Al usar este método, ¡también estás secando y encerando todo en un rápido paso!. Este método es rápido, fácil, y muy seguro para la pintura de tu carro.


Primero aplica Detallador Rápido o Cera en Spray.



Después talla ligeramente para revelar un acabado brillante.



Una vez que este paso está completo, debes ir por una toalla de microfibra de uso general para los toques finales. Reservo mis toallas de microfibra más suaves para las superficies pintadas exteriores, y después tengo unas de propósito general (menos caras) para limpiar áreas como los marcos de las puertas, detrás de la tapa del tanque de combustible, y para secar los rines. Nunca mezcles tus toallas suaves con las de uso general.



¡Ya terminamos!

Si sigues estos pasos clave en la limpieza y secado, podrás mantener tu vehículo viéndose lo mejor posible sin hacerle rayones en el proceso de lavado y secado. Una vez que aprendas bien este sistema, deberías de poder completar todo el proceso en una hora o menos.







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